Tratamientos primaverales en el viñedo

El viñedo necesita vigilancia y cuidado si queremos obtener de él un fruto de óptimas condiciones. Tras la poda de invierno la planta continúa su ciclo vegetativo, encontrándonos en estos momentos en la inmensa mayoría de los viñedos de Ribera del Duero a punto del desborre.

Justo antes de que la planta despierte y ascienda la savia por su interior rompiendo las borras, esas películas lanosas protectoras que recubren las yemas abultadas ya de la vid, es importante vigilar la madera dejada en la poda invernal.

En estas imágenes aparece una madera atacada por OÍDIO. El oídio de la vid (denominado ceniza en zonas como Rioja) es una enfermedad endémica producida por un hongo (Uncinula Necator Burr) que se propaga por todas sus zonas verdes; se desarrolla sobre hojas, brotes, sarmientos y racimos. Sus daños pueden llegar a ser críticos, reduciendo la cantidad y calidad de la uva, e incluso afectando a añadas posteriores. Lo detectamos debido a las manchas negruzcas que tiene la madera. El hongo hiberna en el interior de las yemas y en los sarmientos.

Para evitar que la cosecha se vea afectada hay que impartir un tratamiento preventivo a la planta a base de un oxidante, que elimine las esporas de dicho hongo, y preferiblemente hacerlo antes de que la planta llore y desborre, es decir, antes de que aparezcan las primeras hojas visibles sobre esas yemas, minimizando el ataque de este hongo en los nuevos brotes de la vid.

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