“Ribera tiene la asignatura pendiente de recuperar la cuota de mercado perdida”

Con la cosecha 2018 ya en bodega, en Ribera del Duero nadie olvida los estragos de la helada de abril de 2017 cuando el desplome de las temperaturas mermó la vendimia en un 60%. “Ahora la asignatura pendiente de este año es recuperar la cuota de mercado perdida”, explica José Nuño, el presidente de la Asociación Enológica de Ribera, Enoduero.

Pero el año tiene retos añadidos como un Brexit que todo parece indicar será duro. “Reino Unido es nuestro cuarto mercado y una ruptura así será un problema para todos”, advierte con la mirada puesta sobre todo en aranceles.

 

Mujer y Vino

  castillo de Peñafiel sirvió además para conocer el sentir de unas enólogas que cada vez están cogiendo más peso en el sector. “Cada vez somos más”, celebra la enóloga, Isabel Montes.

  “Las cosas han cambiado pero aun así, a veces ocurre en niveles de responsabilidad alto porque a algunos todavía les cuesta aceptar que esté una mujer por arriba, sobre todo en aspectos técnicos”, lamenta la enóloga, Silvia Herrera.

En sus quince años de trayectoria profesional desde que realizó su primera vendimia, Silvia Herreradestaca la evolución. “Hoyse nos tiene en cuenta y nos sentimos escuchadas”, subraya.

La presencia de las mujeres en Ribera es un hecho. “La mujer profesional aporta el detalle”, defiendela enóloga, MªPilar Melado Soriano, a sabiendas de que en las bodegas pequeñas, que son muchas en la Ribera, la organización lo es todo. “Hay que reivindicar el papel de la mujer”, apremia.

Yolanda García Viadero, Socia de Honor

Conscientes de las ventajas que ofrece la perspectiva femenina, Enoduero destacó ayer como socia de honor a todo un referente en Ribera del Duero: Yolanda García Viadero, de Bodegas Valduero. “Desde que comencé con 25 años, la Ribera ha cambiado muchísimo y hoy podemos decir que es la mejor zona que hay en toda España”, asegura la homenajeada, convencida de que en la Denominación de Origen “hay sitio para todos los niveles de vino”.

El papel de los enólogos es determinante. “Las bodegas, como toda empresa, empiezan con una idea que no es más que un ángel que anda por ahí revoloteando pero si no tenemos gente con la que enganchar esa idea y traerla al suelo para sea una realidad, será un ángel muerto. Vosotros los enólogos sois los que conseguís que la idea llegue a ser algo real”, agradeció ayer ante el centenar de enólogos congregados.

Retos

Inmersa en un momento crucial, Ribera del Duero afronta varios retos, empezando por una posible apertura a variedades autóctonas. “Hemos avanzado muchísimo pero hay que dar un paso más a nivel institucional y el Consejo Regulador tiene que ampliar el abanico de variedades”, considera la enóloga Mariví Tobes, con la mirada puesta en el cambio climático. “De aquí a unos años vamos a tener que plantearnos otra manera de elaborar”, advierte mientras pone como ejemplo todos los Syrah que están conquistando al consumidor y que a pesar de hacerse en Ribera del Duero no pueden adherirse al marchamo de calidad.

En este momento de inflexión, advierten, el excesivo peso de los críticos y gurús no ayuda. “Se están valorando unos vinos que no son el perfil de Ribera”, señala MªPilar Melado Soriano. La enóloga, Isabel Montes, coincide: “afortunadamente Ribera va más allá de Robert Parker”.

El segundo reto afecta a los jóvenes. “Hay que incentivar al consumidor joven para que el vino forme parte de su vida y solo lo conseguiremos si el vino deja de ser un tabú; el vino está para disfrutarlo”, anima la enóloga, Rebeca Tomé.

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