Cómo puede trabajar el sector del vino ante el cambio climático

El proyecto Enoadapta incluye medidas de adaptación y mitigación

Rías  Baixas y Ribeiro  en Galicia; y Ribera del Duero en Castilla y León, son las tres DO que participan en el proyecto Enoadapta puesto en marcha por con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el  Reto Demográfico. Un proyecto que nace de la  necesidad de  elaborar  una  estrategia  de  adaptación  y mitigación del cambio climático en el sector vitivinícola a través de medidas.  Productores, bodegueros y expertos en el sector colaboran en él, estudiando los diferentes impactos que tiene el aumento de las temperaturas, la disminución de las precipitaciones con lluvias más intensas o tormentas, y el aumento de los gases de efecto invernadero; todos ellos efectos potenciales del cambio climático.

Las medidas de adaptación en aquellos viñedos ya establecidos pasan por prácticas que amortigüen los impactos y los riesgos de daños ante la variabilidad del cambio de clima. Técnicas de manejo de suelo, poda y aclareos, deshojado, gestión del riego, formas de conducción, mallas de sombreo, blanqueado de viñas, redes de antigranizo, molinos y velas antihelada, efecto iglú mediante el riego por aspersión y el sistema de alertas tempranas.

Otro punto en el que se trabaja es en las medidas de adaptación en viñedos por establecer. Eligiendo la variedad mejor adaptada a las nuevas condiciones climáticas, la sustitución de las que hay por clones de la misma variedad, realizando estudios de zonificación a la hora de ubicar los viñedos, y eligiendo la orientación N-S hacia E-O.

Otras medidas, en este caso enológicas, pasarían por la reducción del grado alcohólico con levaduras, el control de la actividad microbiana con primaflora, la corrección de la acidez con la utilización de resinas de intercambio, la oxigenación, la maceración en frío o la eliminación del oxígeno disuelto.

De forma general se debe dar importancia, señala la estrategia, a la formación y el asesoramiento, y la apuesta por los seguros agrarios

Medidas de mitigación

Estas serían las prácticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero o incrementen el secuestro de carbono atenuando así el cambio climático. Entre estas se encuentran el uso de fertilizandes adecuados sustituyendo herbicidas por laboreo mecánico,  insecticidas  por  técnicas  de  confusión  sexual,  fungicidas  poroperaciones  en  la vegetación, el uso de cobre y azufre, así como abonos orgánicos y no de síntesis. También se encuentra la necesidad de controlar el consumo del agua, la gestión de los residuos vitícolas, la mejora de la maquinaria agrícola.

Ya en bodega, tiene especial importancia trabajar para la reducción del consumo de energía, el uso de las energías renovables, realizar rutinas de limpieza recomendándose el uso de vapor de agua o agua a presión con desinfección de ozono, apostar por botellas menos pesadas y cajas más sostenibles.

¿Te ha gustado la noticia?

Facebook
Twitter

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *